3/02/2018

Frescos de San Clemente de Tahull


- FICHA TÉCNICA:
Título: Frescos de San Clemente de Tahull                                         Autor: Maestro de Tahull
Estilo: Románico español                                                                                  Cronología: 1125
Técnica: Fresco                                                                                  Localización: MNAC -BCN

- ANÁLISIS DE LA OBRA:
Estas pinturas de temática religiosa fueron realizadas en la Edad Media y pertenecen a un movimiento artístico conocido como románico. El románico es el primer estilo europeo tras las invasiones germánicas y nace en un contexto de una sociedad feudal que vive intensamente el sentimiento religioso pues el centro del universo gira en torno a la figura de Dios (teocentrismo).

En este fresco la pintura románica catalana alcanza su máximo esplendor. En el ábside de la iglesia de San Clemente se representa a Cristo en Majestad, sentado y mirando a los fieles fijamente con ojos penetrantes y terribles. Cristo está representado dentro de la mandorla (marco en forma de almendra que rodea a Cristo para indicar que es un personaje sagrado)y entre las letras alfa y omega, primera y última letra del alfabeto griego que indican que Cristo es principio y fin de todas las cosas, es creador y destructor. En una de las manos sostiene un libro en el que se puede leer “Ego sum lux mundi”, yo soy la luz del mundo. La luz es símbolo de la verdad absoluta, del bien y el camino para llegar a la salvación.

Rodeando a Cristo en Majestad se encuentra el tetramorfos, los signos de los cuatro evangelistas: San Lucas representado por un buey, San Marcos por un león, San Juan por un águila y San Mateo por un ángel.

Los rasgos de la pintura románica son fácilmente perceptibles, si examinamos el dibujo, el color, la concepción plana de la composición, etc. En el dibujo predomina exageradamente la línea, una línea negra y gruesa que contornea todo y da vigorosidad al dibujo. Línea esquemática y que se va repitiendo en los pliegues de los ropajes. No hay estudio anatómico, los cuerpo son representados de una manera muy esquemática al igual que las telas.

Las grandes líneas de la composición nos hablan de un alargamiento sistemático y de una tendencia a lo abstracto; las pequeñas líneas de los rasgos faciales traducen, por el contrario, un deseo de vida y de gracia.

Los contornos son energéticos, pero la  vibración de los colores sugiere que la vida de la figura trata de ondularlos, y en algunas zonas, en el rostro especialmente, la vida predomina sobre la arquitectura sobre la que está representada.

La riqueza de del color constituye otro rasgo destacable; azules de penetrante oscuridad; verdes claros para apaciguar la intensidad de los azules, rojos y carmines, ocres y almagres, negro. Todos ellos aplicados sin volumen, es decir, planos.

No hay presencia de perspectiva pero sin embargo, las pinturas se adaptan al espacio en el cual han sido pintadas. En principio el ábside ofrece una superficie poco propicia para la expresión plástica, pero los artistas románicos aprendieron a convertir su curvatura en un recurso intensificador y se sintieron tan cómodos para diseñar sus composiciones como en una superficie plana.


La iglesia fue consagrada en 1123, fecha de remate de las pinturas, por San Ramón, prelado de Roda, quien probablemente llamó al maestro Tahull, capaz de representar a la Divinidad de forma original en una época en la que los artistas consideraban tal representación como el sentido último de su arte.

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