"Plasticlass" es una plataforma digital a modo de museo virtual en el que se muestran trabajos realizados por los alumn@s de ESO y bachillerato en las materias de Educación Plástica y Visual y Dibujo Técnico I y II.
3/08/2018
La mujer en el arte. A muller na arte.
Las obras artísticas creadas por mujeres a
lo largo de la historia son mucho más escasas que las realizadas por artistas
masculinos. Apenas se conservan unos pocos ejemplos, sobre todo hasta mediados
del siglo XIX.
Sabemos que hubo mujeres que se dedicaron
al arte desde la antigua Roma gracias al testimonio de Plinio el Viejo, pero se
desconocen más datos sobre ellas. Aunque no existan referencias, debemos
suponer que también hubo mujeres artistas en épocas posteriores.
Algunas de sus obras no se han conservado
debido a la poca atención de que fueron objeto tras la muerte de las artistas;
o porque muchas obras que figuran catalogadas como anónimas pudieron ser
creadas en realidad por mujeres, ya que no les estaba permitido firmar ni
recibir remuneración económica por ellas. Por ejemplo, en España era práctica
habitual en los siglos XVI y XVII que al desaparecer el cabeza de taller
ocupara el puesto su viuda. Esto da una idea de la importancia de la mujer en
la historia del arte y, al mismo tiempo, nos lleva a resaltar que su papel haya
sido injustamente silenciado.
De todas formas, han llegado hasta
nosotros algunos nombres gracias, en parte, a los documentos conservados en las
Reales Academias de Bellas Artes, donde puede consultarse cuándo y por qué
fueron nombradas miembros de las mismas. Así, en la Edad Media, destacaron las
miniaturistas Ende e Hildegarda von Bingen, y las pintoras Margarita van Eyck y
Teresa Díez. Ya en la Edad Moderna destacaron Sofonisba Anguissola, Lavinia
Fontana y Elisabetta Siri entre otras. Desde el siglo XIX hasta nuestros días
habrá cada vez más mujeres artistas, algunas de ellas son Mary Cassatt, Berthe
Morisot, Camille Claudel, Diris Lee, Louse Borgeous, Remedios Varo, Frida Khalo
y Aurora Valero.
As obras artísticas creadas por mulleres ao longo da historia son moito máis escasas que as realizadas por artistas masculinos. Apenas se conservan uns poucos exemplos, sobre todo ata mediados do século XIX. Sabemos que houbo mulleres que se dedicaron á arte desde a antiga Roma grazas ao testemuño de Plinio o Vello, pero descoñécense máis datos sobre elas. Aínda que non existan referencias, debemos supoñer que tamén houbo mulleres artistas en épocas posteriores. Algunhas das súas obras non se conservaron debido á pouca atención de que foron obxecto tras a morte das artistas; ou porque moitas obras que figuran catalogadas como anónimas puideron ser creadas en realidade por mulleres, xa que non lles estaba permitido asinar nin recibir remuneración económica por elas. Por exemplo, en España era práctica habitual nos séculos XVI e XVII que ao desaparecer o cabeza de taller ocupase o posto a súa viúva. Isto dá unha idea da importancia da muller na historia da arte e, ao mesmo tempo, lévanos a resaltar que o seu papel fose inxustamente silenciado. De todos os xeitos, chegaron ata nós algúns nomees grazas, en parte, aos documentos conservados nas Reais Academias de Belas Artes, onde pode consultarse cando e por que foron nomeadas membros das mesmas. Así, na Idade Media, destacaron as miniaturistas Ende e Hildegarda von Bingen, e as pintoras Margarita van Eyck e Teresa Díez. Xa na Idade Moderna destacaron Sofonisba Anguissola, Lavinia Fontana e Elisabetta Siri entre outras. Desde o século XIX ata os nosos días haberá cada vez máis mulleres artistas, algunhas delas son Mary Cassatt, Berthe Morisot, Camille Claudel, Diris Le, Louse Borgeous, Remedios Varo, Frida Khalo e Aurora Valero.
3/02/2018
El juramento de los Horacios
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FICHA TÉCNICA:
Título: “El juramento de los
Horacios” Autor: Jaques-Louis David
Estilo: Neoclasicismo Cronología: 1784
Técnica: Óleo sobre lienzo Localización: Museo
Louvre, Paris
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ANÁLISIS DE LA OBRA:
El siglo XVIII es el de la transición del
Antiguo Régimen a la sociedad burguesa, lo que hace que en el arte convivan las
formas ligadas al pasado con actitudes nuevas. En este tiempo surgen
instituciones como las academias de Bellas Artes, que tratarán de impulsar,
pero también de reglamentar, las expresiones artísticas de la época. Surge en
estos tiempos un estilo contrario al Barroco, el Neoclasicismo impulsado por
las ideas estéticas de Winckelmann protagonizado por un estilo sencillo,
equilibrado, sobrio e inspirado en la antigüedad clásica.
En este cuadro el autor representa una
escena de guerra entre las ciudades de Roma y Alba Longa. El jefe de esta
última propuso dirimir las diferencias con una lucha entre dos familias: Los
Horacios y los Curiáceos. Cada familia pertenecía a una ciudad y, además
estaban relacionadas entre sí por lazos de parentesco. La obra de David plasma
el momento en el que los hijos Horacios juran ante su padre luchar hasta la
muerte por el triunfo.
La atención del espectador se dirige, en
el primer plano, a la escena del juramento, en la que se concentra la luz,
mientras que el fondo arquitectónico está completamente en penumbra. La luz
también destaca, a la derecha, un grupo de mujeres y niños, abatidos por la
tristeza al presenciar la escena.
Los arcos del fondo organizan el espacio:
el grupo de los hombres ocupa dos arcos, y el de las mujeres se dispone ante el
arco derecho. Las figuras aparecen agrupadas geométricamente: el padre y sus
hijos forman un cuadrado, y las mujeres, un triángulo.
Los personajes son los siguientes:
Padre Horacio
Es el personaje central y el que realiza la acción principal, tomando juramento a sus hijos, mientras sostiene las tres espadas con sus manos, obligándolos al cumplimiento del deber con la patria. No muestra ninguna emoción.
Tres hermanos Horacios
En la pintura los tres hermanos se sitúan a la izquierda, expresan su lealtad y solidaridad con Roma antes de la batalla, totalmente apoyados por su padre. Son hombres deseosos de entregar sus vidas por deber patriótico. En esta sociedad patriarcal, los hombres de acero, de resuelta mirada y miembros tensos, son la ciudadela del patriotismo republicano. Eran símbolos de las más altas virtudes de la República; las mujeres, de más tierno corazón, se quedan en casa llorando y están satisfechas con esperar.
Camila Horacio
Su desesperación está explicada en parte por el hecho de que es hermana de los Horacios, viste una toga blanca que demuestra los conocimientos arqueológicos de David; es una Horacio prometida con un Curiacio.
Sabina Curiacio
Sabina, vestida de marrón, es una Curiacio que está casada con uno de los Horacios, por lo que llora por su esposo y su hermano.
Hijos de Sabina y aya
La mujer vestida de negro al fondo sostiene dos niños de uno de los esposos Horacio y la esposa Curiacio. La hija menor oculta su rostro en el vestido de su aya mientras que el hijo rechaza que le tapen los ojos.
El tema enlazaba con el interés de David
por destacar determinadas virtudes cívicas, como el compromiso con el estado
por encima de los intereses personales y de la propia vida.
David contrapone los valores masculinos
(lo público, la lucha) a los valores femeninos (lo privado, el sentimiento),
contrastando la actitud viril de los varones frente a la entrega y fragilidad
de las mujeres.
El cuadro fue encargado por el rey Luis
XVI, que estaba interesado en que se representaran héroes clásicos que como
modelos, dieran una imagen ejemplar del monarca. Pero, curiosamente, cuando se
produjo la Revolución francesa se convirtió en todo un símbolo de esta, por los
valores cívicos que exaltaba.
La pintura presenta todas las características
propias del Neoclasicismo: predominio del dibujo, tema clásico de fin
moralizante, composición geométrica y formas solemnes.
La escenografía representada está
realizada en perspectiva cónica central. Hay presencia de volumen a través de
la graduación tonal y lumínica. Gran grado de detallismo y veracidad tanto en
la arquitectura como en los personajes. Expresividad en los rostros, cuerpos
musculados y bellos defines el estilo de David. Los personajes están muy
resaltados contratando con el fondo del cuadro.
Gran variedad tonal alternado entre
colores fríos, cálidos y neutros dejando paso a la oscuridad en último término
de las escena. Tonos apagado de calidad gélida por la temática representada.
Las pinceladas son invisibles predominado el dibujo sobre el color.
Una noche de júbilo en Enitharmon
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FICHA TÉCNICA:
Título: “Una noche de júbilo en Enitharmon”
Autor: William Blake
Autor: William Blake
Estilo: Romanticismo inglés
Cronología: 1795
Cronología: 1795
Técnica: Grabado en color acabado en tinta
y acuarela sobre papel
Localización: Tate Gallery, Londres
Localización: Tate Gallery, Londres
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ANÁLISIS DE LA OBRA:
La experiencia artística surgida de la interacción
entre el consciente y el inconsciente más allá del análisis racional se refleja
en el arte del siglo XIX de una forma continuada caracterizando la
idiosincrasia del espíritu romántico europeo.
Esta actitud ante la vida y el arte adopta
en cada país y en cada artista tintes especiales, en el caso de William Blake
es un romanticismo de profunda fuerza mística y espiritual con elevado alto
grado de imaginación y fantasía en donde la emoción prima sobre la razón.
En “Una noche de júbilo en Enitharmon”
Blake representa a Enitharmon rodeada de dos personas desnudas, mientras señala
un libro mira hacia un bosque donde hay una lechuza, un asno blanco y la cabeza
de una serpiente enorme que asoma entre las rocas. Detrás vemos aproximarse un
animal cuya cara está bastante iluminada, parece un dragón pero su tamaño nos
indica que debe ser otro animal mitológico.
Se representa a Enitharmon como una
hechicera rodeada de animales fantasmales y amenazadores. Enithramon está
representada como la antigua diosa de la mitología griega Hécate, diosa de la luna
la tierra y de los muertos. Diosa relacionada también con la superchería y
brujería representada con tres rostros y que se solía poner en las encrucijadas
de los caminos.
La obra fue creada, según algunos autores,
para ilustrar su libro “Europa” (1794), concretamente es la ilustración número
cinco. El libro comienza con la siguiente frase:
“…Now comes the night of
Enitharmon´s joy…”
(Ahora llega la noche de júbilo de
Enitharmon)
En este libro la diosa se revela encarnado
el papel del deseo femenino frente a la iglesia patriarcal regida
exclusivamente por el elemento masculino. Enithramon declara su ansia de
gobernar el mundo dejando al hombre en un estado de inconformismo y miedo que
le hace hacerse con el poder y relegar a la mujer.
Esta concepción de Enitharmon y su papel
es reflejo de la enorme preocupación de Blake por la situación social y
espiritual de la época. Enitharmo o Hécate encarnan el cambio, la liberación de
la mujer hacia un reino de deseo, sensualidad y poesía.
Otros autores por el contraria, relacionan
este cuadro con una escena de la obra de W. Shakespeare, “Macbeth”, donde se
alude a una serie de animales puestos en boca de tres brujas que están
dilucidando el destino del protagonista; cada una de ellas dice unas palabras y
la segunda dice:
“Fillet of a fenny snake,
in the cauldron boil an
bake;
Eye of newt and toe of frog,
Wool of bat and tongue of
dog,
Adder´s fork and
blind-worm´s sting,
Lizard´s leg and owlet´s
wing,
For a charm of powerful
trouble,
Like a hell-broth boil and
bubble.”
“Filete de serpiente
fangosa,
en el caldero hierve y
cuece;
Ojo de tritón y dedo de
rana,
Pelo de murciélago y lengua
de perro,
Lengua de víbora y aguijón
de gusano ciego,
Pierna de lagarto y ala de
búho,
Para un hechizo de potente
mal
Hierve y burbujea como caldo
del infierno.”
Formalmente el cuadro posee un sistema de
composición espacial propio, recreando el color, la luz y la sombra de manera
subjetiva con el objeto de transmitir el mensaje a partir del poder de la
imaginación. Los colores son aguados por la técnica de la acuarela predominando
los tonos fríos (azules, verdes, violetas…) con algunas pequeñas manchas de
bermellón y amarillos. Predomina el dibujo sobre la mancha. Los contornos están
bien definidos y tienen protagonismo las líneas de los trazos que dan vida a
sus figuras inspiradas en fisionomías de la antigüedad clásica y renacentista.
Cuerpos bellos, esbeltos y musculados con cierto aire de melancolía que nos
recuerdan a los de Miguel Ángel.
La luz es nocturna y fantasmagórica,
parece que el foco es la propia Enitharmon. Hay volumen y tridimensionalidad en
la escena por superposición de planos y modulación de volúmenes a partir del
empleo de la luz y los colores.